El objetivo es conocer, a través de Javier Enríque Fernández, la fotografía flamenca.
Quiero quedarme en el flamenco toda la vida!!!, nos dice Javier. La historia de la fotografía es muy reciente. Apenas cuenta con un siglo y medio de vida. Pero en su periplo lo ha abarcado casi todo. Ni siquiera el flamenco le ha pasado desapercibido. Y así, incluso podemos encontrar en a actualidad distintas tendencias de este arte canalizadas a través del flamenco, ya que se convierte en objeto deseado a partir de su particular estética, dicho esto entramos a la charla que tuvimos con nuestro entrevistado.
Para conocerlo un poco más, aunque con sus fotografías lo alcanzamos a percibir, nos puede contar a donde nació, donde reside y adonde va?
Nací en Madrid, en un barrio de los más castizos de la ciudad en el barrio de Chamberí, vivo en Torrejón de Ardoz, una ciudad aledaña a Madrid. Sueño con ser "el fotógrafo del flamenco". No está bien decir lo que se sueña, pero es lo que sueño y es lo que quiero.
¿Que es la fotografía?
La fotografía para mí lo es todo, mi trabajo, mi pasión, mi hobbie, mi mundo, mi todo. Una forma de vivir, una forma de ser, una forma de pensar y sobre todo, una forma de ver. La fotografía es observar y ver aunque no tengas la cámara para hacer fotos.
¿Que significa retratar el arte flamenco?
Significa mucha responsabilidad. Considero que el flamenco se tiene que retratar con mucho respeto y cuidado. Es un arte demasiado grande que merece ser retratado con todo el sentimiento y fuerza que tiene, no es hacer una fotografía y ya está, es sentir con la cámara todo lo que el flamenco transmite y creo que lo definiría como "¡Cuidado! Estás fotografiando flamenco, no es cualquier cosa y aquí no todo vale " . Vale lo que ves, vale lo que sientes, y no es fácil de transmitir con una sola imagen.
¿Qué relación tiene con su cámara?
Con mi cámara (mi niña como yo la llamo) paso los mejores momentos del día. Cuando tengo la cámara colgada al cuello soy completamente feliz, me siento realmente yo al 100 %. Soy un enamorado de la fotografía, podría estar capturando las 24 horas del dia y saberme a poco. La verdad es que todo me sabe a poco y me gustaría hacer más fotografías de las que hago y eso significa pasar todo el tiempo posible con mi "niña", trabajo con ella, pero también juego y me divierto.
¿Se valora el mundo de la fotografía como merece dentro del arte en general y en el flamenco en particular?
Es un tema que no me preocupa, simplemente me limito a hacer lo que más me gusta e intento transmitir el flamenco de la mejor forma posible. Sé que las fotografías nunca se pagarán como los cuadros de los grandes artistas. Particularmente creo que la fotografía en el flamenco no está muy reconocida, ya que no hay demasiadas fotógrafos especializados. Yo soy nuevo en el mundo del flamenco, pero considero que hay grandes fotógrafos que han captado grandes momentos de este arte y que no están valoradas como se merecen.
¿Qué balance hace del recorrido con su cámara por el arte flamenco hasta el momento?
El balance positivo, por supuesto. He vivido multitud de bonitas emociones que no soy capaz de explicar. Soy un completo enamorado de este arte y me siento un privilegiado de fotografiar lo que más me gusta en este mundo. Quiero quedarme en el flamenco toda la vida y ojalá éste sea el balance del comienzo de una bonita historia.
¿Nos relataría un día de trabajo o pasión con su cámara?
Los días que voy a un tablao, son los mejores de la semana. Me despierto de manera diferente, con una sonrisa puesta. Sé que voy a disfrutar, que voy a sentir, que me voy a emocionar y que además, tengo la gran suerte de tener una cámara para congelar todas esas sensaciones e intentar capturarlas de forma diferente y dando el 110 % de mi. Siempre pienso que cada día tengo una oportunidad para hacer una fotografía icónica que impacte a nivel mundial y darle una mayor visibilidad al flamenco.
¿Nos puede narrar alguna experiencia artística con el flamenco?
Sin duda, una de las experiencias más bonitas que he tenido ha sido con Diego el Cigala. Le admiro desde que era un niño, compraba sus cds y cantaba sus canciones una y otra vez. Poder hacerle fotografías en su concierto, sentirme tan cerca de él, sentir que cantaba solo para mi entre miles de personas, notar como se me ponía la piel de gallina, llorar de emoción y no poder ver por el visor de la cámara, no ser capaz de enfocar y tener que parar, secarme las lágrimas y volver a tener a la mejor fotografía.
¿Hay algún proyecto que está deseando hacer?
Tengo varios pensados, mi cabeza por suerte nunca para de pensar y lo agradezco. Actualmente estoy realizando uno llamado "De Madrid al cielo", en el que expreso el "flamenco en movimiento" en lugares emblemáticos de la ciudad. Tengo pensados varios proyectos más, que os iré contando poco a poco.
Necesita agregar algo mas…
Soy un enamorado del flamenco y ojalá mis fotografías traspasen las fronteras y lleguen a todo el mundo. No me importa tanto que guste mi trabajo sino que lo que pretendo es que este bonito arte se conozca, aprecie y valore como realmente se merece.
Esta entrevista es una foto de lo que pretende EL FARO transmitir, aquí termina un paseito que nos dimos por el barrio de chamberí, es que en este lugar tiene las raices nuestro invitado, y a propósito del barrio Chamberí, tiene un nombre de origen francés y viene de la palabra Chambéry, tomada del intento de ocupación de Napoleón. En Lavapiés, los residentes del barrio se llevaron el nombre de manolos y, en Chamberí se les llamaron chisperos. Chamberí ha vivido siempre en constante evolución. Tradicional zona señorial, se ha convertido en los últimos años en una de las zonas gastronómicas más atractivas de la ciudad. No solo por la revitalización de la calle Ponzano -peregrinaje obligado para los amantes del tapeo y el buen comer- sino también por la resistencia de restaurantes tradicionales y tabernas de barrio. Aunque con escasas zonas verdes, su arquitectura merece una mención especial, así como los espacios culturales que sobreviven sobre todo gracias a la población mayor que sigue acudiendo al cine, al teatro o a ver una buena exposición. Un ecléctico equilibrio entre tradición y vanguardia ya perdido en otras zonas de la capital.
Especial saludo a las flamencas protagonistas de las fotografías y ole.
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