La bellísima violinista Japonesa “Lamaya” emprendió su carrera, desde pequeña en EEUU. Su talento musical fue descubierto por Philip Lewis, concertino de la Orquesta Filarmónica de Calgary-Dallas, Texas. Estudiante incansable en prestigiosas academias de este planeta.
Ella nos habla de su vocación “Originalmente comencé a tocar el violín porque mi mejor amiga de la infancia lo tocaba. Ya sabes, los niños son imitadores. Luego, a medida que fui creciendo me volví adicta a este instrumento lindo que me permitió expresar mi profunda voz interior”.
De la sensación de su instrumento nos dice emocionada “Me encanta el olor, el sonido, todo de este maravilloso instrumento. Y cuando lo tengo en mis manos me lleva a otro mundo, por eso el trabajo duro después de tanta práctica vale la pena. Así que es un premio y te sientes tan poderoso cuando tienes en tus manos hacer felices a los demás. Comencé con música clásica, pero luego es un mundo muy competitivo y costoso. Las lecciones en mis días solían costar entre 80 ~ 100 dólares por hora. En un momento dado, mis padres me prohibieron tocar el violín diciendo que no podría vivir de el, así que huí con mi violín a la universidad y estudié arte escénica y negocios. Después salté de país en país tratando de encontrar la manera de volver a tocar el violín. En mi viaje, salté de la música irlandesa a la música rumana y al tango argentino. Pero siempre me encantó el sonido de la guitarra y el violín juntos y pensé que los dos instrumentos deberían casarse en un mundo ideal. Fue cuando mi amigo español de Irlanda me empujó a hacer un viaje a Granada hace 10 años. Tomé 2 días de vacaciones en Granada y fue cuando di mi primer concierto de flamenco en Peña Platería."
El faro decide entrevistarla por diferentes motivos pero el más trascendental es que LAMAYA se abre camino al flamenco, y nada menos que en Granada, España donde la flecha enamora su corazón tal vez para siempre. A nuestro entender cuando el violín se interpone en el flamenco y viceversa es una mixtura mágica difícil de traducir en palabras. Respecto a eso nos relata el encuentro con el Flamenco “En ese instante, en Granada en la peña sentí que la electricidad corría por mi espina dorsal y las lágrimas corrían por mi mejilla. Este fue el momento, donde supe que es lo que quería hacer con mi violín. Durante los días siguientes, investigué si el violín flamenco era popular. Nadie lo estaba haciendo así que decidí empezar este nuevo reto como violinista flamenco. Rompí mi billete de vuelta y decidí que no regresaría. Durante los siguientes 8 años me dediqué fervientemente al flamenco y todavía estoy enamorada de él.”
El violín de esta artista posee una eufonía magnífica que funda un círculo letárgico con carácter propio. Lamaya plantea dos arquetipos de conciertos, flamenco y electrónico. Sin dejar de filtrarse una dilatada complejidad sonora, además de las que ya mencionamos nos topamos con celta y tango argentino. Transito por los cuatro continentes con una estirpe majestuosa. La pregunta es esencial. Que es el violín para usted? respira jondo y nos dice: “El violín es una forma de expresarme y a la misma vez una meditación donde puedo soñar. Al mismo tiempo, la vibración de la música es tan alta que tiene el poder de hacer que las personas sientan sus emociones a un nivel profundo. En un punto de mi vida, personas que me rodeaban intentaban hacerme sentir avergonzada de ser violinista porque no podría sobrevivir de esto en ese momento. Pero todo eso cambió cuando un maestro nos dijo a los músicos que nuestros instrumentos son como la herramienta para llegar de corazón a corazón y que los músicos somos como las enfermeras. No hay carrera más bella que trabajar de corazón a corazón.”
El compás con las cuerdas del violín es magia. Ella nos dice “El violín va muy bien con la guitarra española. Hay algo entre ellos que cuando se tocan juntos, hace resonar a un nivel sobrenatural que produce unas vibraciones pasionales. El violín naturalmente complementa la guitarra y se mezclan entre si sin mucho esfuerzo. A la misma vez cuando se utiliza con estilo tiene tal fuerza como un caballo salvaje, por ejemplo cuando el bailarín realiza un remate acompañado de estos dos instrumentos. También puede agregar sentimiento como una rosa en lugares más melódicos. Siempre he dicho como metáfora que si el flamenco fuera una tarta el violinista sería la guinda”.
Ha trabajado con artistas de la talla de Farruquito. El carpeta. Rosendo Fernández. Luis Mariana. Torombo. Emilio Maya. Manolete. Juan Andrés Maya. Juan Habichuela nieto. Eugenio Iglesias. La Nitra. Orquesta Chekara de Tetúan. Rafael Habichuela. Iván Vargas. Alba Heredia. Entre otros. Respecto a sus referentes y autores en el flamenco nos relata “Tengo muchos autores favoritos que admiro como los grandes artistas que hemos tenido, Paco de Lucia, Camarón, etc. Son leyendas que por supuesto sin ellos el flamenco no sería lo que es. Pero últimamente estoy escuchando mucho a Antonio Rey, Alberto López, Vicente Amigo entre otros, ya que con su toque me inspiran nuevas melodías para mi violín.
También soy muy amante del baile y me encanta como lo hacen artistas como La Moneta y Alba Heredia.”
Ella nos dice que cuando toca flamenco principalmente siente y experimenta “Siento que la puerta del alma se abre cuando toco flamenco. Es un sentimiento muy profundo. El flamenco tiene una historia muy larga y tengo mucho respeto por el. Esta música no es algo que puedas traducir o interpretar como la música clásica, por ejemplo. Tienes que abrir tu corazón y simplemente dejar que la música fluya dentro de ti automáticamente. Yo digo que el flamenco es un espíritu, y los que la interpretamos somos el medio que canaliza la energía y deja que el flamenco salga. Cuando estoy tocando, muchas veces veo colores e imágenes. Para mí, es como ver una película y me encanta esa sensación.”
Para EL FARO ha sido un honor que esta artista que, sin duda tiene al duende solapado en el violín, nos haya abierto su corazón. Ha sido capaz de deleitarnos con la transparencia de sus palabras tanto como lo hace con su instrumento. Por ahora sigue tejiendo sus proyectos que son innumerables. El violín es su vida. Su vida es el violín. Con esa percepción nos quedamos para cerrar este desmesurado encuentro.
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