El invierno en Mendoza se tropieza con el bailaor FEDERICO NUÑEZ. Que regresa a su tierra desde Sevilla para compartir el arte que trae del viejo mundo.
EL FARO interrumpe el ensayo para conversar con el joven bailaor.
Federico nos relata “cuando comencé a bailar era muy chico y no recuerdo mucho, aunque siempre me gusta escuchar a mi mamá cuando lo cuenta, dice que mi hermana mayor Paola iba a baile y yo me quedaba mirando las clases, después de un tiempo la Profe que siempre me decía que bailara, me dijo que yo no sabía hacer esos bailes a lo que yo le respondí que si. Y me puse de pie y los hice, me los había aprendido de verlos. Era un comienzo así sin quererlo, por casualidad. Y se convirtió en una parte de mi vida, ir a baile. Después con el tiempo me fue atrapando el flamenco y fui interesándome por otras danzas, me fui perfeccionando y llegó un momento que me dí cuenta que tenía que dedicarme ello.”
Le preguntamos que es el flamenco, nos dice contundente “para mí el flamenco es primero que todo una necesidad, y después puedo decir más definiciones pero lo profundo es que si escucho lo que me dice el corazón es que tengo que dedicarme a ello, tengo que bailar, tengo que escuchar esa música. No puedo estar mucho tiempo sin ello, y no porque me haga mal sino porque nace de mí y me salen ganas. Es simplemente escuchar tus impulsos, aprendí de chico a escucharlos y un poquito más grande a entenderlos, ahora últimamente estoy aprendiendo a dominarlos. Pero creo que cualquiera que se pueda escuchar a sí mismo puede tomar las decisiones y encontrar los caminos correctos.
El bailaor Federico Nuñez reside en Sevilla. Y se siente feliz de vivir allí, por muchas razones pero la principal es que está en contacto pleno con la esencia del arte flamenco. Nos dice: “Es una ciudad hermosa, con la gente del sur. Me gusta la movida cultural que hay y más me gusta la movida de flamenco que hay. En estos últimos años básicamente mi rutina es estudiar y trabajar. Intento de lunes a viernes empezar el día con técnica clásica y después dos o tres horas con las botas puestas, haciendo técnica, sacando material, ensayando cosas o tomando cursos con maestros para seguir aprendiendo, eso durante la mañana y después por la tarde bailo en algunos tablaos de la ciudad y alrededores, a veces salen giras a otras comunidades de España u otros países también. Y tengo un par de grupos donde imparto clases y aunque no busco la cantidad de alumnos me gusta tener calidad de personas, gente que les apasiona lo mismo que a mí, incluso aunque lo tenga por hobby, me lo paso súper bien dando clases y aprendiendo yo también de eso.”
Tiene suficientes motivos para regresar a Argentina: “volví a Mendoza después de casi ocho años, que se dice pronto, y estaba dicho que iba a compartir con mi gente todo lo aprendido. Entonces empezamos a pensar que hacer, y decidimos junto a mi madre hacer un teatro. Era la forma de organizar el viaje más eficaz, ya que entre familia y amigos sabíamos que iba a tener poco tiempo para dedicarme a organizar distintas fechas en distintos lugares. Mi madre, se encarga de la producción, junto a Florencia Fernández y Constanza Navas, mientras que yo de la coreografía y de la dirección artística con la colaboración la Profesora Ana María Aguado de Rebman. Básicamente el proyecto son dos partes, la primera es el curso-audición que estamos en este momento. Es un curso dirigido a bailaores y bailaoras de nivel intermedio-avanzado, en donde se monta el repertorio del teatro y del cual se selecciona un cuerpo de baile entre los asistentes al curso. Y la segunda parte es el estreno del espectáculo: La leyenda del sueño flamenco”.
Este joven artista posee un merito y es el ida y vuelta que nos propone con el flamenco, El bailaor Federico Núñez ofrecerá una única función, en el Teatro Plaza Godoy Cruz el 25 de agosto, sera un placer deleitarnos con su arte.
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