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Foto del escritorMonica Luna Bramucci

PALO SANTO CINE flamenco. CINE gitano. Cine.


Carabelas nada. Confieso que quiero escribir este texto, y es solo eso. Creo que las narraciones que se relatan desde adentro revelan lo más profundo de la vida usando ese lenguaje espontáneo, y tal vez logre acercarnos más a esas respuestas de las preguntas simples que tanto rondan en nuestro inconsciente colectivo para los que amamos el cine y los que amamos el flamenco. La mixtura de las dos es lo que me causa el éxtasis.


Nunca sospeché que me interesaría hacer cine, sucedió como sucede el amor, pues mi vida iba en una línea recta hacia la vida formal de oficina, al menos eso era lo que me había tocado a los 20 años. Pude hacer una rebelión y estoy resistiendo. La luz que me empuja hacia el cine es definitivamente el flamenco. Sin embargo mi primera producción fue a los 10 años con los vecinos del Barrio, teatro al patio libre. Que hice? Producción. Que baile? Las carretas del rocío. Ósea después de colgar los banderines y hacer estenografía, fui acomodadora y luego salí a bailar. Es lo que hago en mis rodajes. Intangible.


El monstruo se desató y fue irreversible. Partió mi alma un cantaor flamenco que escuche en una tienda de música apenas siendo una adolescente. Llore.

Tome clases de baile español de pequeña (insignificante). Parte de mis retazos de la infancia. De una niña de pueblo alejada de todo menos de mi.


El flamenco es definitivamente otra cosa. Baile flamenco y lo hice mal. Pero lo hice con la mejor LA MARIA REYES, ella me definió “tú eres una artista flamenca, sin cante, sin baile sin nada. Absolutamente desnuda tu eres una artista flamenca”, retorné al llanto como cuando mis oídos se abrieron a Camarón de la isla aquella vez, una tarde de otoño, con una vejez de dieciséis años, bajo un halo de mi rouge.


Inmediatamente llego la transgresión, contar historias de flamenco y la inalterable pregunta, como hago cine sin dinero? El cine es un negocio al que le ofrezco resistencia. Conocí el cine guerrilla en realidad él se tropezó conmigo. Cuando decimos cine guerrilla puede ser cine de autor, drama, terror, etc. No es un cine de armas, sino insurgente e ideológico. Una contracultura. Es realizar cine con presupuesto cero. Pero ese es otro capitulo.


La rebeldía, la vida, el amor, el cine y el flamenco para mi son actos de vida. Me volvieron una desobediente. Comencé hacer parte de mi propia revolución, la cual aun no se desata. “Es necesario reeducar al deseo. Enseñarle al deseo a desear, a desear mejor, a desear más, y sobre todo a desear de un modo diferente”. Decía el rebelde conspirador de la gran nariz, el Sub comandante Marcos.


Una noche con mucha nieve en Madrid una capital excepcionalmente viva, yo, o tal vez yo, trepaba a un escenario en un maravilloso festival de cine flamenco (el único en Europa de este genero Fllacc) a recibir un dogma. Caminaba por ese largo pasillo suspenso y conmovido. Al mencionarme dijeron viene desde América del Sur con una cualidad poética descarnada y visceral. Ese parlamento lo dijo nada menos que la maestra Cristina Hoyos, para mí y para muchos la embajadora mundial del flamenco, en ese momento presidenta del jurado de ese Festival. Lo urgente CARPEDIEM. Lo bizantino, sirvió SOLO para entender que las películas bailan entre el documental y la ficción, que era mi camino, que la realidad no existe y que todo confluye de una manera orgánica. También sirvió para irme de juerga esa noche y amanecer en el viejo mundo. “¿Nunca oíste la hojarasca crepitar?”.


Mi bohemia son los maestros y maestras que cortan transversalmente mi ser como Mercedes Fernández que enciende el fuego en la palabra. Mi maestro de cine José Federico Álvarez (PP) que insistió que el documental es ficción. Mi maestra La María Reyes que me inspira a beber el veneno del flamenco, ellos me dieron alas para sangrar y lo hago absolutamente desnuda en cuerpo y alma. Declaro que para hacer cine flamenco solo contemplo mis propias heridas y enciendo la cámara. La cámara suele ser mi ojo y viceversa. El cine flamenco no es una industria es arte. No encuentro diferencia entre la poesía y el cine flamenco. Si no aúllo lo que siento me voy a morir por dentro y mi lengua se aletargará en una jaula.


Quien es Mónica Luna Bramucci? Yo no me conozco…. pero alguna vez voy a ser libre.


Ahora estoy parada en EL FARO.

Vamos al grano del cine. La pantalla se abre hoy con PALO SANTO, un documental generado bajo el género de Cine Guerrilla. “PALO SANTO”: historia del origen y evolución del flamenco en la Provincia de San Juan, Argentina narrado por los protagonistas. Finalista de P’ALUCINE 2 festival audiovisual flamenco 2ª edición - Ciutat Vella – Barcelona. Fue proyectado en el Festival FFLAC 2011 y 2012 en Madrid, España. Proyectado en el Mendoza flamenca, festival de flamenco en Mendoza. Pieza valorada por los maestros del arte flamenco en esta región.


https://www.youtube.com/watch?v=IyDW9O8cpbY

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